El cerebro es el órgano más fascinante de nuestro planeta.
Es un órgano con funciones muy complejas, delicadas y versátiles , algunas de ellas misteriosas, y ha surgido de la evolución biológica para adaptar el organismo a su ambiente físico y social.
¿Y sabes? Es el centro de control de tu vida, de todo lo que eres.
Su estructura cerebral se desarrolla a partir del nacimiento en forma de redes neuronales esparcidas por la corteza cerebral dando paso a los diferentes tipos de memorias y los conocimientos. Se forman a lo largo de la vida por medio de fibras nerviosas y los contactos que éstas establecen entre neuronas.
El cerebro es el lugar donde reside la cognición y la emoción, y nos sirve para las innumerables expresiones de ambas.
Hay muy buenas noticias en torno a la evolución de TÚ cerebro. Sí , del tuyo y del de todas las personas.
María Diamond fue la primera científica que demostró que el cerebro puede cambiar con la experiencia y mejorar al enriquecerlo con nuevos aprendizajes.
Una de las principales contribuciones de Diamond no sólo fue comprender que los componentes estructurales del córtex cerebral pueden ser alterados, sino que los cambios pueden ocurrir a cualquier edad . Sus estudios demostraron que el córtex cerebral todavía podía mostrar plasticidad a una edad muy avanzada
Es decir, el cerebro puede continuar desarrollándose con el pasar de los años e, incluso, al mantenerlo estimulado, se fortalece y mejora el sistema inmunológico.
Además, sus experimentos pioneros nos ayudan a entender que podemos mejorar nuestro potencial, independientemente de la “suerte biológica y genética” que nos tocó al nacer.
De hecho, una de las frases con las que Diamond es asociada es «úsalo o piérdelo«, en alusión a la importancia de mantener el cerebro activo, estimulado, desafiado, aprendiendo.
Me atrevo a complementar la afirmación de Diamond: y lo que siempre se usa de la misma manera,……se atrofia!!!!!
Se sabe que la plasticidad neuronal es el término que se ha dado a la capacidad de adaptación al medio que tiene nuestro sistema nervioso. Este concepto nuevo del funcionamiento del cerebro fue introducido por Donald Hebb.
Gracias a sus investigaciones sabemos que el cerebro está dotado de una plasticidad que nos permite aprender para adaptarnos a las distintas circunstancias. Esta capacidad se sigue dando a lo largo de los años. Sin embargo, para que el cerebro siga aprendiendo hay que ejercitarlo y cuidarlo. Para ello no bastará con hacer ejercicios cognitivos, sino que la dieta y el ejercicio también influirán de forma drástica.
El descubrimiento de la plasticidad neuronal implica que el envejecimiento del cerebro no está sólo determinado por la edad, sino que la principal influencia se debe a la sinapsis neuronal. Aunque los estudios demuestran que algunas facultades van disminuyendo con el paso de los años la capacidad de aprender sigue estando presente a lo largo de toda la vida.
Nuevos paradigmas, mejores horizontes.
Siempre se ha pensado que el cerebro envejecía en paralelo al resto del organismo, pero hoy en día, gracias a la neurociencia, se sabe que el cerebro está en desarrollo constante.
La genética no es el único factor que afecta al desarrollo del cerebro, sino que elementos como la dieta, las emociones o el ejercicio físico pueden influenciar de manera asombrosa en el desarrollo de éste.
La plasticidad cerebral hace que el cerebro siga desarrollándose durante toda la vida y con los años se pueden desarrollar nuevas facultades y seguir aprendiendo.
Cambios constantes, cerebro “evolucionante”.
Nunca en la historia del mundo se ha evolucionado tanto en tan poco tiempo, nunca los trabajos han cambiado tanto. Y están cambiando continuamente. Pero lo bueno es que nunca hemos tenido tantos recursos al alcance de nuestros dedos si estamos motivados y queremos aprender.
Hoy nos damos cuenta que la educación a lo largo de la vida es un proceso fluido que se desarrolla en múltiples formatos.
El ciclo emocional y cognitivo se retroalimentan en la educación. La emoción influye en el aprendizaje, y el aprendizaje en la autoestima.
La neurociencia ha hallado que la atención y perseverancia son fundamentales para consolidar la memoria a largo plazo. y cada vez que aprendemos algo nuevo se origina un cambio en nuestro cerebro.
El aprendizaje es fundamental para adaptarse al medio y si el cerebro no sigue aprendiendo, nosotros no podríamos adaptarnos a las distintas circunstancias.
Por todo lo anterior es importante ejercitar el cerebro, igual que los músculos, si no se ejercitan se atrofian. Cada vez que aprendemos algo se activan nuevas conexiones entre ellas, lo que aumenta nuestra flexibilidad neuronal y nos beneficia a nivel mental.
Un artículo publicado en The New York Times titulado “How to train the aging brain” explica que, si un adulto mayor ejercita su cerebro, puede resolver problemas más rápido que un joven.
Es cierto que los niños aprenden más rápido, pero los adultos tenemos tres puntos a nuestro favor:
- La motivación
- La organización y las técnicas antes aprendidas
- Las personas que ya se formaron en algún ámbito, tienen mayor facilidad para formarse y aprender cualquier otra disciplina.
No podemos predecir el futuro a ciencia cierta, pero de lo poco que sabemos con certeza sobre el futuro es que vamos a necesitar seguir aprendiendo cosas nuevas hasta el final de nuestros días. La tecnología ha redefinido el mundo en el que vivimos, y la formación continua parece fundamental para no perder el paso en el terreno laboral.
La Comisión Europea calcula que en muy poco tiempo, el 85% de los puestos de trabajo en Europa exigirán nueva formación , nuevos patrones de manejo de habilidades, y nuevas propuestas por parte de las personas en sus puestos de trabajo.
Nuestro cerebro es plástico toda la vida, pues se sabe que para aprender, es necesario crear nuevas conexiones neuronales y reforzar algunas de las ya existentes. Gracias a la plasticidad cerebral podemos modificar las conexiones que se han formado durante el desarrollo. ¡¡Éste es uno de los Súper poderes que tiene el ser humano!!.
Aprender algo nuevo es, por naturaleza, incómodo. Tendrás que probar a hacer cosas que, inicialmente, serán frustrantes porque no te saldrán bien a la primera. Te sentirás avergonzada porque estás haciendo algo que no dominas. Estás fuera de tu zona de confort y no te sientes segura.
Empezar de cero en cualquier ámbito puede traer emociones desagradables y este es uno de los motivos que hace que algunas personas no den el paso. ¿Te acuerdas cuando empezaste a andar en bicicleta? O cuando te iniciaste en el aprendizaje de un instrumento musical… Uf, qué difícil era al principio. Había mucha frustración, enfado, y rabia porque no nos salía como queríamos. Sí, al principio era difícil.
Sin embargo, cuando se decide dar ese paso y conseguir aprender algo nuevo a pesar de esas emociones incómodas, del principio del proceso, las personas se sienten mucho más seguras de sí mismas y con una autoestima más fortalecida. Su motivación de logro es mayor.
Definitivamente, aunque vayamos haciéndonos mayores, la mente puede mantenerse ágil y vital, para seguir teniendo una vida plena. El súper poder de la Neuroplasticidad cerebral ha derribado barreras en los seres humanos y ahora, el aprender definitivamente NO tiene edad. Solo motivación y ganas de empezar.
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